lunes, 23 de abril de 2012

Las agallas del quejigo

Las agallas, "argallas", cecidias o fitomas (tumores vegetales) son proliferaciones de tejido de la planta como reacción ante una agresión. Estas agresiones pueden ser debidas a virus, hongos, bacterias, insectos, nematodos, etc.


En el caso de los quejigos (Quercus faginea) y del quejigo andaluz (Quercus canariensis) es provocada casi exclusivamente por un insecto de la familia Cynipidae, tambien llamadas "avispas gallaritas" que deposita un huevo en un tallo del árbol y este como defensa desarrolla una forma tumoral, la agalla.

Para su desarrollo no debe haber solo una acción física, como por ejemplo la mordedura de insecto sino además un componente químico como secreciones producidas por el parásito.

En el caso de los cinipidos del quejigo al depositar los huevos producen una rotura (lisis) de las paredes de las células que es introducido por el insecto dentro del tallo y posteriormente una regresión de las células vegetales a un estado indiferenciado que posteriormente se hipertrofian (aumentan de tamaño), del mismo modo que ocurre con los tumores en los animales (incluyendo humanos).
Para ello secretan heteroauxina, una hormona relacionada con el crecimiento de los tejidos vegetales. Aunque algunos estudios han apuntado a la participación de virus portados por los insectos formadores de las agallas (de modo similar al virus del papiloma humano -VPH- que provoca cáncer cervical) y que explicarían la aparición de agallas con formas más complejas que se dan en otras plantas.





Las agallas a su vez proporcionan microhábitats  únicos en lo que, en el caso del roble, se han llegado a censar hasta 177 especies "inquilinas" de estas agallas de los cinípedos, divididos en varios grupos:


  • Inquilinos o comensales; especies que son incapaces de formar solos una agalla pero que se alimentan de ellas.
  • Cecidófagos o destructores de agallas; pájaros, orugas, hormigas, hongos, etc.
  • Sucesores; animales que ocupan la agalla una vez que ha sido abandonada por el animal que la ocupaba originalmente.
  • Depredadores y parásitos; pueden depredar o parasitar tanto a la larva cecidógena (la que provocó el fitoma) o a las especies inquilinas.







Bibliografía y fuentes;
Entomología forestal; Los insectos y el bosque de Roger Dajoz
http://entomologia.rediris.es

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