sábado, 28 de abril de 2012

Curillas o Aceiteras (Berberomeloe majalis).


En estos meses de primavera los llanos, veredas y carriles se llenan de cientos de estos extraños animalillos conocidos como curillas o aceiteras.



Una prueba de lo extraños que son, a pesar de su relativa abundancia, es el continuo quebradero de cabeza que les viene dando a los biólogos desde que fue descrito por Linneo en 1758 y revisado por última vez por Bolgna en 1988, quien finalmente creó el género Meloe para clasificarlos apropiadamente.
 









En cuanto a su biología no es menos particular:

Usa una curiosa técnica de defensa conocida como tanatosis, o muerte simulada, acompañada de auto-hemorragias en las articulaciones de las patas.

Durante el cortejo el macho hace vibrar sus antenas contra los segmentos terminales del abdomen de la hembra. Siendo este el paso previo a la cópula, que puede durar hasta 3 horas.


Las larvas nacen en Mayo-Julio después de un periodo de incubación de 10 a 54 días e inician la búsqueda activa (otros géneros son transportados "colgados" de las patas de las propias abejas) de un nido de insectos de la superfamilia Apoidea (abejas).

Una vez dentro del nido las larvas de B.majalis  rompe los opérculos de las celdillas y devora la larva de abeja o la miel que encuentre.

Tras pasar por 7 estadios diferentes (en cuyos primeros 5 continua devorando larvas de abeja) y por un periodo de pupación, emerge como adulto, que se alimenta de hojas, y el ciclo vuelve a completarse.


También hemos tenido la oportunidad de grabar un vídeo.



 Bibliografía.
Texto de Bologna (1988), en ingés.
Texto de Bereber (1998) en español.




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