lunes, 4 de junio de 2012

El tabaco también contamina el agua

A veces pensamos que la contaminación de las aguas es cosa de las grandes industrias, de las petroleras, de las minas o de la munición de plomo y no nos paramos a pensar que una de nuestras actividades diarias puede tener un importante papel en todo esto.


Un estudio realizado por la Universidad de San Diego demuestra el daño a las especies acuáticas y el nivel de contaminación que producen las colillas.

El estudio consistió en introducir distintas cantidades y tipos de colillas (solo el filtro -fumado o sin fumar- o filtro y tabaco) en agua marina o agua dulce junto con peces:

Tras 4 días se demostró que todas las colillas eran tóxicas para ambos peces, una única colilla fumada (con el filtro y el tabaco) por cada litro de agua era capaz de matar a la mitad de los peces (Dosis Letal 50 o DL50).
El filtro per se también demostró toxicidad, pero en este caso eran necesarios entre 5 y 13 de estos para matar un pez y se creyó que era debido al pegamento usado en su fabricación.

En la Universidad de Longwood se estudió su efecto sobre la pulga de agua (Daphnia pulex), un crustáceo de vital importancia en los ecosistemas de agua dulce. Eran necesarias 0,125 colillas por litro para matarlas.


Las colillas que son tiradas negligentemente por las calles pasan al sistema de alcantarillado (ya sea la colilla entera o el lavado de sus sustancias) y de ahí a los ríos y mares.

Para hacernos una idea de lo grave que puede ser hay que decir que en el mundo se fuman 4,5 trillones de colillas (eso son 18 ceros por detrás) que terminan en el medio, y que en España se fuman unos 89 millones de cigarros al día, lo que supone 32.455 millones de filtros desechados al año, y si ocurre lo mismo que en Australia, el 59% irán al suelo. 

Las colillas suponen además el 26% de la basura que se recoge de las playas y además tardan una media de 10 años en descomponerse.

La cantidad de colillas que son arrojadas en lugares públicos ha aumentado sin duda desde la entrada en vigor de la "Ley Antitabaco" ya que por lo general se sigue el sencillo principio de "lo que es de todos no es de nadie" tan carpetovetónico. Pero lo peor es que es un simple gesto y un poco de civismo la diferencia entre una grave situación y unos suelos y aguas limpios.



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