Según la empresa, se han encontrado "muy pequeñas trazas de ADN de caballo" en las hamburguesas analizadas dentro de las fábricas pero, al parecer, los análisis sobre las muestras tomadas en restaurantes han dado negativo.
La fábrica "Silvercrest" afectada, localizada en Irlanda, no ha superado las inspecciones de las autoridades irlandesas, cuyo servicio descubrió los primeros casos de fraude de este mes. En respuesta a los test positivos, Burguer King ha desplazado su producción a Alemania e Italia.
Actualmente, los proveedores polacos, que servían a la fábrica de Silvercrest (que podrían ser la fuente de contaminación) están siendo investigados por las autoridades de R.U., Irlanda y Polonia.
Cabría recordar que la adición de carne de caballo a los alimentos no supone ningún riesgo para la salud pero si un fraude ya que se añaden sustancias no declaradas en las etiquetas.
Con información de; The Guardian
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